Una oportunidad que hay que aprovechar
por los buenos portes
En estos tiempos donde el clima nos viene jugando una mala pasada, ya que los vientos y la temperatura no se acomoda, realizar salidas de pesca, es cada vez más difícil, por eso en esta ocasión, acompañado por Jorge Scena, nos dirigimos a la localidad de Mar Chiquita, en mi opinión, uno de los mejores lugares para realizar la pesca, ya que nos brinda, un distintas variantes y variedad de especies.
Para llegar a Mar Chiquita, tomamos Autovía 2 hasta la rotonda que nos dirige a Santa Clara del Mar, luego giramos a la izquierda por ruta 11, unos 15 kilómetros y llegamos a Mar Chiquita. Al llegar nos estaba esperando Fabián Dibiassi, amigo y quien seria nuestro guía en esta salida de pesca.
Ya con todo listo y cargado en la embarcación, nos dirigimos al embarcadero, botamos el bote y comenzamos a navegar en dirección al puente del Celpa.
Los equipos utilizados, fueron cañas de 2,70 metros, reeles rotativos y frontales, cargados con nylon de 0.35 mm, la línea tradicional de lenguado, con una brazola de 1 metro con una boya, un anzuelo triple y uno empatillado para estirar, ya sea el pejerrey o el filet que se utilizan de carnada.
Mientras navegábamos comenzamos haciendo troling, siendo Fabián quien capturó el primer lenguado, un ejemplar que superó los dos kilos. Continuamos navegando y ya estando en la zona del Celpa, anclamos y comenzamos a realizar spinning y baitcast; esta manera resultó la más efectiva.
Luego le tocó a Jorge capturar su primer lenguado, que llegó a pesar 4 kilos. Contentos por la captura, seguimos en busca de ese trofeo, y por suerte llegó; realicé un lance contra la costa y con un pique sutil, clavé el lenguado, sin imaginar el tamaño, ya que navegaba hacia la embarcación, pero la sorpresa fue grande cuando pudimos ver el tamaño de este ejemplar, que después de un rato de pelea, y ayudados por el bichero, lo capturé y acusó en la balanza 5 kilos y medio de peso; más que contentos los tres, continuamos pescando, pero ya sabiendo que la jornada había sido un éxito, con una docena de ejemplares, y de muy buen porte. Al llegar las cuatro de la tarde y con un viento que era cada vez más fuerte, decidimos regresar, donde a la noche, degustaríamos estos lenguados cocinados por nuestro guía y anfitrión, Fabián Dibiassi.
Fuente: El Día de La Plata
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