Emociones de costa y a tiro de caña en el Faro Querandí

Estas playas cercanas a Villa Gesell y Mar de las Pampas,

a las que se accede solamente en 4x4,

tienen buenas canaletas cerca de la orilla,

donde la pesca costera es muy rendidora

y varía de acuerdo al horario elegido

 
La pesca de orilla, en el mar, sencillamente enamora. Allí se ven los buenos pescadores costeros, venciendo las rompientes con un tiro a gran distancia, poniendo el plomo en las mejores canaletas, y en consecuencia- pescando más que los aficionados que no la tienen tan clara. Pero hay lugares que hacen fácil lo difícil. Como la zona del Faro Querandí, con canaletas muy bien pobladas de peces a pocos metros de la costa. A pocos km de playas muy concurridas como Villa Gesell, Mar de las Pampas y Pinamar, encontramos este ámbito de médanos deshabitados en donde muchos aficionados pueden aprovechar los días de descanso para combinar el disfrute familiar con una buena salida en un lugar distinto donde poder lograr corvinas, bagres de mar, bacotines, corvinas de perita, brótolas, pejerreyes y grandes chuchos, entre otras especies "de estación" como el pez elefante.

El problema que tiene el lugar es el acceso, ya que solo se puede llegar aquí en vehículos 4x4. Y como nosotros no contábamos con uno, la solución fue recurrir al Taxi Marino, un servicio de transporte en 4x4 que presta Ricardo Koellner con su vehículo Taxi Faro Querandí desde la Arenera Gallati, en Ruta 11 Km 429,500.

Tras 40 minutos de viaje, pasando el faro unos cuantos km, llegamos y empezamos el armado de equipos: cañas Spinit Hércules de 3,90 mts, con reeles Spinit Titán V-800 con nailon del 0,28 en la carga principal y una salida con reducción del 0,70 al 0,35 para que aguante el lance de plomadas de 180 gramos. Cabe aclarar una máxima en la pesca costera o "surfcasting": línea que camina, no pesca. Por lo tanto es menester cambiar de plomada, ya sea en gramaje o formato, si vemos que el mar nos mueve el aparejo. La brazolada, de 70 cm, con bait clip para retenerla durante el tiro y que se despliegue al tocar el agua, y la carnada fue una excelente combinación de langostinos con anchoas, atados con hilo mágico.

Los insufribles cangrejos estaban muy activos obligándonos a recoger y encarnar de nuevo cada 10 minutos, por lo que recomendamos una pesca a caña en mano, para no perder chances de pique. Finalmente empezaron a salir las corvinas, tanto las de perita como las rubias, en tamaños de 1 a 3 kilos. No era un tira y saque solo porque los cangrejos nos descarnaban rápidamente, pero de haber podido dejar las líneas trabajar sin ese problema, seguramente hubiéramos logrado muchas piezas más.

Es curiosa la dinámica acuática en esta zona, puesto que de noche se hacen verdaderas matanzas de bagres de mar, mientras que de día no arrima ni uno. En cambio, de noche es raro sacar corvinas, mientras que nosotros a plena luz solar sacamos corvinas con exclusividad. Pasamos una mañana muy divertida y decidimos el regreso, nuevamente desandando el camino hecho con la eficiente prestación del taxi marino hasta la Arenera Galatti, para luego volvernos a casa siempre por asfalto. Fuimos por una nota de pesca y nos volvimos con una grata experiencia y un nuevo amigo, Ricardo, cuyo servicio es para recomendar.


Fuente: Viva la Pesca de Diario Popular


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