Gustavo Rodríguez analiza en esta nota de La Gaceta
el exitoso resultado del Concurso Canigo
realizado hace pocos días
Un concurso de pesca de pejerrey (o de cualquier otra especie) es un acontecimiento especial. Es una de las pocas competencias donde el deportista es solidario con su competidor, tiene cara de perro rabioso cuando toma la caña y al finalizar la prueba, con un almuerzo de por medio, los que horas antes fueron adversarios no tienen problemas en compartir experiencias y transmitir conocimientos. Todo eso ocurrió en la quinta edición del Canigó, certamen que contó con la participación de 142 pescadores (en equipos de tres) de toda la región.
En lo estrictamente deportivo hubo muchas sorpresas. Miguel Saguir, Francisco Delgado y Paco Yáñez, a pesar de su dilatada trayectoria, se sacaron la espina de una vez por todas al ganar por primera vez este concurso. Rubén Marco, Esteban Orresta y Diego González se animaron a dejar las cámaras y tuvieron una recompensa: se quedaron con el segundo puesto. La joya: el tercer lugar se definió lanzando una moneda porque hubo un empate y ahí la diosa fortuna le sonrió a Omar Romano, Oscar Manzur y Yony Juárez.
Hubo otros logros que quizás muchos no tuvieron en cuenta: la palabra “ayuda” estuvo a la orden del día. Los equipos que tenían potentes lanchas no tuvieron problemas en remolcar a los participantes que se movilizaban en botes con remos.
El club de Pesca y Regatas -organizador del encuentro- no estuvo solo, sino que contó con la colaboración de la UNT, que prestó botes, elementos y sus instalaciones para que no faltara nada. Y estas cuestiones, en los tiempos que se viven, no son menores. Tampoco lo es que este tipo de concursos siga sin contar con apoyo oficial.
En este caso, la competencia se realizó gracias al apoyo de una empresa. Para reflexionar: del Canigó participaron pescadores de Jujuy, Salta, Catamarca, Santiago del Estero y del interior de la provincia, pero no hubo nadie de Turismo entregando folletería donde se muestren las bellezas del lugar para que tuviera repercusión a nivel regional. En otras provincias, en cambio, desde hace mucho tiempo entendieron que un concurso de este tipo ayuda muchísimo a difundir los encantos de sus tierras.
“Estamos contentos porque salió todo bien y este es un encuentro que va creciendo año a año”, explicaron Fernando Saba y Martín Mercado, de la Subcomisión de Competencia de Pesca y Regatas que corrieron de un lado a otro tratando de que todo salga bien.
“Esta edición, creo, fue bastante particular. El clima nos acompañó y todos pescaron, que no es algo común, y hasta sorprendimos con el almuerzo al servir lasaña. Pero todo esto no hubiera sido posible sin el apoyo de Canigó, de la gente de la UNT y de todos aquellos que aportaron su granito de arena”, comentó Carlos Moreno, presidente del club organizador.
Saguir, Delgado y Yañez salieron de la coqueta carpa con techo rosa y dejaron de lado la sobremesa para charlar con LG Deportiva. “A este triunfo lo conseguimos por una sola razón: hicimos un buen trabajo en equipo y eso siempre termina siendo fundamental en este tipo de competencia”, concluyeron, felices.El secreto del éxito
“La pesca estuvo cerca del barro. No importa cuál fuera el equipo a utilizar, sino que estuviera bien cerca del fondo”, explica Francisco Delgado que, junto a Miguel Saguir y Paco Yáñez ganaron el concurso Canigó de pesca de pejerreyes.
En cuanto a la carnada, los vencedores explicaron que utilizaron filetes de mojarras. “El tema de colorear o no el cebo es una cuestión más personal que de gusto del pejerrey. Hay que probar, a veces te puede salir bien, a veces mal. Y en esta oportunidad logramos ganar porque hicimos un gran trabajo en equipo”, agregó Delgado.
Saguir, por su parte, destacó que hubo otro detalle que fue fundamental para conseguir el triunfo. “Hicimos una buena planificación sobre cómo deberíamos actuar en esta oportunidad. Hace muchos tiempo que veníamos tratando de ganar este concurso, pero por una u otra cosa, no concretábamos. Creo que ahí estuvo la clave”, opinó.
Delgado también ponderó el nivel del pique. “Estamos en plena temporada y la gente lo tiene que aprovechar. Hay agua en el dique y la familia entera puede disfrutar de las instalaciones de los clubes. Se puede pasar un día hermoso compartiendo con los seres queridos y pescando”, concluyó.
por Gustavo Rodriguez
para La Gaceta
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